DISCOPLAY



"HIJO, ¡HA LLEGADO ÉSTO PARA TI!"

    
    No puedo disociar mis años de obsesión heavy (discos, documentación gráfica y radiofónica,...) de algo que fué una de las fuentes más importantes de la que beber: la resvista mensual Discoplay (que aunque se llamaba BID nadie la identificaba así).

    Fué, ni más ni menos, la primera tienda "on-line" que conocimos decenas de miles de rockeros en este país. De manera gratuita recibías mensualmente una revista de menos de un palmo de alta en la que podías comprar (contra-reembolso) las novedades discográficas del momento y (aquí venía lo mejor) discos semi-descatalogados, posters, camisetas, videos, etc... a mejor precio que en El Corte Inglés o Galerias Preciados. De entrada en esas mega-tiendas no vendían camisetas heavies, y las series medias de la Discoplay (había muchas páginas dedicadas a discos por 695 pesetas) costaban en la calle más de 1000 pesetas porque los comerciantes no tenían ni idea de si el "Rising" de Rainbow era novedad discográfica o tenía ya 10 años.

    Discoplay no sólo se dedicó al heavy, más bien éramos sólo parte de su mercado fiel. Se nutría de vender las novedades Pop-Rock internacionales y nacionales a muchísimos jóvenes que, por las circunstancias que comentaba antes (o simplemente porque vivían en pequeñas localidades sin acceso a tiendas de discos) compraban los últimos discos de Madonna o Mecano por correo.

    Muchos otros recordaréis que también fueron pioneros en vender a distancia entradas de conciertos, como para los conciertos de Pink Floyd o Rolling Stones en España a finales de los 80's. ¡Lo nunca visto!

    No eran muy rápidos (la camiseta del "Live After Death" de Iron Maiden que les compré en noviembre de 1987 me tardó casi un mes en llegar a casa), pero era una novedad que pudieses devolver o cambiar los productos (como me pasó con la camiseta, que resultó venirme pequeña). Eso nos daba una seguridad que no la daba ninguna otra tienda física en aquella época.

    En definitiva, Discoplay fue nuestra wikipedia discográfica. Con ella se nos grabaron a fuego las mejores portadas de vinilos del Rock, títulos de LP's, los primeros títulos del disco (ya que aparecían antes del precio) así como pequeñas biografías de los grupos, que aparecían cuando se dedicaban páginas monográficas. Indudablemente, esa gente confiaba en nuestras ansias de cultura rockera y también, dicho sea de paso, en nuestra inteligencia.

    Alguien me dirá que fue casualidad, yo no, pero la Discoplay fue muriendo en los noventa tan poco a poco (o tan rápidamente) como el Heavy Metal en esa década. Pero como ya habíamos visto todos los conciertos heavies que nos interesaban, como ya no nos apetecía lucir camisetas negras y como nos habíamos empezado a interesar por cosas tan variopintas como el techno o el folk nos dió un poco igual. De hecho, la Discoplay fue transformándose y ya no sabíamos si era una revista de venta discos o de lencería erótica para matrimonios aburridos.

    Tras más de 20 años os dejo un documento cuyo valor es incalculable. Alguien ha tenido a bien escanear toooodas las páginas de tooodos los números de aquellas Discoplay. No importa si las nuestras están arrugadas, sin páginas o las hemos perdido. Aquí las tenéis. Para siempre:





Pregunta de Trivial: ¿Cómo conseguías que te mandasen la revista si aún no eras socio?













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